Imagina empezar tu día de trabajo escalando una torre de transmisión de 538.89 metros de altura. Hay que ser bien temerario y tener unos nervios de acero para realizar una escalada de este tipo, sobre todo durante el último tramo de escalada libre en el que no se emplean líneas de seguridad.
La verdad es que yo preferiría escalar algo más simple como una de esas paredes para escalar: